Adicción a la tecnología

Las nuevas tecnologías han revolucionado nuestra forma de vida.  Las redes sociales, ordenadores, smartphones, tablets o videojuegos son elementos que forman parte de nuestro día a día. Gracias a ellos podemos acceder a cualquier información desde donde sea;  facilitan nuestro trabajo y permiten un intercambio de conocimientos, pero la evolución de la tecnología tiene consecuencias negativas: la adicción.

Las tecnologías han llegado desde hace más de una década y han llegado para quedarse, para evolucionar cada vez más y nos hacen la vida fácil , entonces, el enemigo no es la tecnología sino el uso que se hace de ésta.  Lo que se recomienda es potenciar un uso saludable,  si la persona puede mantenerlo, en el caso de los adolescentes, jugar a videojuegos puede ser fantástico, pero el tiempo de juego debe estipularse y no eliminar actividades beneficiosas como el contacto con los amigos, o practicar deporte, ni los compromisos académicos que tengan.

Cualquier tipo de comportamiento que pueda crear una adicción tiene un impacto en diferentes áreas: social, familiar, laboral, académica. Hay una gran interferencia en el rendimiento académico, lo dicen padres y profesores que notan cómo ese rendimiento baja porque las horas destinadas a tareas académicas se invierten en jugar, usar el móvil, chatear, las redes sociales . Entonces, si hay un uso saludable, hay un uso fantástico de la tecnología y muy provechoso ; si dicen que están unas 5 o 6 horas al día con las redes sociales, un videojuego o el móvil podemos decir que es excesivo

Quizás hay más consenso en qué número de horas es excesivo, 5 o 6 lo serían y  no tanto un consenso en cuántas serían las saludables, eso dependerá de las características de la persona.  No es el móvil, sino lo que hacemos con él lo que causa adicción . Hay muchas teorías , en psicología se dice que se busca el aumento de la dopamina en la persona y la búsqueda de estímulos.  Lo que pasa con el móvil es que todas las generaciones: mayores, pequeños, jóvenes, adultos, de todas las edades, hemos entrado en la tecnología a la vez  y  no hay una cultura, ni un uso racional del móvil. Todas las generaciones estamos aprendiendo a hacer un uso racional del móvil.

En ese sentido, la abstinencia no sería dejar el móvil de por vida porque realmente es una herramienta de trabajo y necesitamos usarla,  pero hay que aprender a dejarla en muchos momentos del día . Habría que edificar hábitos para aprender a sanear nuestra cultura y que no estemos en una reunión de amigos y que todos estén usando el móvil,  que no estemos viendo la TV mientras estamos con el móvil, que no estemos cenando con el móvil.

Ahí hay un trabajo que hacer en todas la generaciones, y hay gente que no puede dejarlo por su timidez y puede llegar a la fobia social. Entonces, hay una falta de habilidades sociales y esa gente necesita un trabajo terapéutico para aprender esas habilidades, esos déficits, para sustituir el móvil por hablar con las personas.